lunes, 25 de julio de 2016

Lagos de Covadonga

Pequeñas,
indefensas y salvajes
una sola tiembla al viento 
y juntas todas hacen al viento temblar.

Lilas, rosas y amarillas
cada una, identidad 
dan color a la montaña
perfume, alegría y libertad.

Frías gotas de rocío
lágrimas de las nubes al pasar 
siembran brillos de diamantes 
que iluminan el andar.

Cada araña en su telar
teje puntos exclusivos
ni siquiera Londres o Milán 
es competencia o desafío.

Los verdes se aparean en los prados 
y los lagos danzan cual la mar
Vacas rumian con las cabras
e indiferentes ven pasar. 

El repicar de los cencerros 
de la jefa al comandar 
avisa al perro, el fiel sabueso
que muy lejos no han de estar.

El repicar de los cencerros 
es la firma del lugar
de este sitio, la fabada
la cabaña y cabalgar  

Este cuadro recién pintado 
mientras el sol intenta de asomar 
no extraña rayo alguno 
ni el ruido de la ciudad. 

Flores silvestres de los Lagos de Covadonga

Telaraña y rocío en los Lagos de Covadonga 
Vacas en los Lagos de Covadonga
Feliz en los Lagos de Covadonga





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